Semana 19

Tu bebé tiene el tamaño de un mango (mide alrededor de 20 centímetros y pesa aproximadamente 250 gramos).

Su cuerpo está cubierto por una sustancia blanquecina llamada vérnix caseosa, que lo protege de las agresiones del líquido amniótico. Sus sentidos se están desarrollando rápidamente y puede oír tu voz y la de tu pareja cuando le hablan.  

Sus brazos y piernas están proporcionados con el resto del cuerpo y le está creciendo cabello en la cabeza. También puede tener hipo y moverse mucho dentro de tu útero, aunque es posible que aún no lo sientas. 

A partir de esta semana tu bebé comenzará a establecer patrones de sueño más regulares y será capaz de despertarse en respuesta a estímulos como el movimiento o el ruido. 

Tu cuerpo también está experimentando cambios importantes en esta etapa:

• Tu útero ya llega hasta tu ombligo y crecerá un centímetro por semana. Puede que sientas algunas molestias en la parte baja del vientre o en los ligamentos que sostienen el útero.
• Aumento del flujo vaginal.
• Cambios en tu piel. 
• Hinchazón en los pies.
• Dolor de espalda.  

Estos síntomas son normales y se deben al aumento de las hormonas, el flujo sanguíneo y el peso del bebé. 

Esta es una etapa en la que debes cuidar tu salud y tu bienestar, ya que tu cuerpo está experimentando muchos cambios y puede presentar algunas molestias. A continuación, te damos algunas recomendaciones para que vivas esta semana con tranquilidad y alegría:

• Aliméntate de forma sana y equilibrada. Incluye en tu dieta alimentos ricos en proteínas, hierro y ácido fólico, que son esenciales para el desarrollo del bebé. Evita el consumo de alcohol, tabaco y cafeína que pueden afectar negativamente al feto.
• Hidrata tu piel a diario con cremas o aceites naturales. Esto te ayudará a prevenir la sequedad, la tirantez y las estrías en la piel, especialmente en la zona del abdomen, el pecho y los muslos. También puedes masajear suavemente tu vientre para estimular la circulación sanguínea y relajar los músculos.
• Realiza ejercicio moderado y adaptado a tu estado. El ejercicio físico te aportará beneficios tanto físicos como mentales, como mejorar tu postura, aliviar el dolor de espalda, prevenir el estreñimiento, reducir el estrés y favorecer el sueño. Puedes practicar actividades como caminar, nadar, hacer yoga o pilates, siempre con la supervisión de un profesional y evitando los movimientos bruscos o que impliquen riesgo de caída. 
• Descansa lo suficiente y duerme bien. Es normal que sientas cansancio y somnolencia durante el embarazo, por lo que debes respetar tus ritmos y escuchar a tu cuerpo. Intenta dormir al menos 8 horas por la noche y si puedes, haz una siesta durante el día. La mejor postura para dormir es de lado, con una almohada entre las piernas y otra debajo del abdomen. 

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