Conoce los beneficios que entrega este vendaje terapéutico, usado para la mitigación del dolor y la inflamación en el ámbito deportivo.
Con el verano y las altas temperaturas, tomar agua es indispensable para lograr un buen rendimiento deportivo y evitar un golpe de calor, que podría incluso provocar la muerte.
Entre los beneficios que el deporte tiene en esta etapa de la vida destacan el impacto en los procesos cognitivos y el ser un factor protector ante conductas de riesgo.
Para quienes han sido sedentarios por varios meses o más, se recomienda comenzar con ejercicios suaves e ir aumentando la exigencia de a poco.
Para incrementar el rendimiento físico o la hidratación al realizar ejercicio, la mejor opción es tomar agua y bebidas isotónicas.
Los ejercicios que más recomiendan los especiaslistas en esta etapa son yoga, pilates, caminata y, sobre todo, la natación.
Suelen presentarse cuando se retoma la actividad física después de un periodo de sedentarismo o al aumentar su intensidad de manera brusca.
Quienes practican algún deporte conocen los múltiples beneficios que tiene la actividad física, como combatir la hipertensión arterial, diabetes, obesidad y todas las dificultades que estas enfermedades conllevan.
El cansancio, una reunión, algún trámite, un dolor o una molestia, aburrimiento con la rutina o nulos resultados físicos, siempre hay una excusa para no hacer deporte y dejar la actividad física relegada al último lugar de prioridades.
Fútbol, tenis, hockey, atletismo o cualquier otro deporte, requiere algunas medidas previas de calentamiento que preparen al sistema cardiovascular y locomotor (musculatura y articulaciones) para el ejercicio físico.
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