En el año 2012 fallecieron 584 mujeres en Chile, siendo la segunda causa de muerte en mujeres en edad reproductiva.
Este es uno de los pocos tipos de cáncer que puede detectarse a tiempo y recibir un tratamiento altamente efectivo.
Disminuir la incidencia de esta patología requiere sólo tomar conciencia de este riesgo por parte de la población femenina, ya que el examen que permite su detección precoz es sencillo, de bajo costo e indoloro.
El cáncer cervicouterino ocurre cuando células normales se convierten en cancerosas. Para que esto suceda, debe existir una fase pre-cancerosa o pre-invasora que es progresiva y asintomática llamada neoplasia intraepitelial (NIE), que antiguamente se conocía como displasia cervical. Este cáncer demora años en desarrollarse.
¿Qué es el virus del papiloma humano (VPH)?
Es un virus conocido desde la edad antigua. En 1977, se determinó su relación como el agente etiológico más importante del cáncer cervicouterino invasor.
Se inicia como una enfermedad de transmisión sexual (ETS), que produce lesiones en los tejidos del aparato urogenital; de evolución lenta y progresiva hacia el cáncer en caso de no recibir tratamiento.
Actualmente, se conocen más de 100 tipos de VPH, aproximadamente 25 de estos afectan al aparato urogenital tanto del hombre como de la mujer. Se les ha clasificado de acuerdo a su potencial oncológico: virus de bajo, medio y alto riesgo. Los primeros nunca desarrollan un cáncer y se pueden presentar como condilomas (verrugas genitales). Los virus de alto poder oncogénico, que pueden estar presentes en estado de latencia, se hacen activos y causan lesiones que lentamente evolucionan a cáncer invasor.
¿Cómo el VPH puede causar cáncer de cuello uterino?
El VPH se transmite a través de las relaciones sexuales y puede causar una infección en el cuello uterino. Esta infección, por lo general, no dura mucho ya que por alguna particularidad en el sistema inmune de muchas mujeres, éstas son capaces de combatir la presencia del virus e impedir que se produzcan lesiones. Sin embargo en otras, el VPH no desaparece, y puede causar cambios en las células y convertirlas en células pre-cancerosas.
La sola presencia del VPH no causa el cáncer cervicouterino. Requiere estar asociado a factores de riesgo, como:
Infección por el Virus Papiloma Humano (VPH).
Inicio precoz de relaciones sexuales, ya que el cuello del útero no ha alcanzado su madurez, por lo que es una zona muy susceptible para captar el virus.
Multiplicidad de parejas.
Consumo de tabaco, ya que como efecto colateral debilita las células encargadas de destruir el virus.
¿Se puede prevenir el cáncer cervicouterino?
A través de años de estudio del VPH, se ha podido establecer que las mujeres tienen mayor probabilidad de contagiarse si se inician sexualmente más temprano, ya que se exponen por mayor tiempo al riesgo. A esto se suma el hecho de tener más de una pareja sexual a lo largo de la vida, la promiscuidad y múltiples embarazos (por una razón hormonal).
El cáncer cervicouterino se demora años en desarrollarse. Las etapas previas son las que se deben detectar, ya que no dan signos ni síntomas. Por esta razón el examen de Papanicolau debe ser realizado en forma periódica, una vez al año, en todas las mujeres que hayan iniciado su actividad sexual. De este modo se puede pesquisar a tiempo alguna anormalidad.
¿Se necesita alguna preparación previa al PAP?
Se recomienda:
No programar el examen de Papanicolau durante el periodo menstrual.
No efectuar lavados vaginales ni tener relaciones sexuales por 48 horas antes del examen.
No usar tampones, espumas anticonceptivas, geles u otras cremas o medicinas vaginales por 48 horas antes de la prueba.
¿Qué es el Papanicolau o PAP?
Es un estudio citológico para identificar cambios en el cuello uterino lo que ayuda a pesquisar en forma oportuna las células lesionadas que pudiesen conducir a cáncer. Con el PAP no se realiza un diagnóstico, solo se utiliza para advertir si algo no esta normal, lo que es suficiente para no correr el riesgo de verse afectada por un cáncer.
Es un examen sencillo, que toma pocos minutos. Se realiza insertando un espéculo en la vagina, con el fin de separar sus paredes y poder ver el cuello uterino. Una vez a la vista, con una espátula y un hisopo de algodón se obtienen muestras de estas células, las que se envían al laboratorio para su estudio al microscopio.
¿Qué sucede cuando un PAP resulta alterado?
Como el PAP sólo sugiere diagnóstico, se debe buscar la razón de esa alteración, que puede ser una simple inflamación del cuello del útero (cervicitis) o una alteración de las células conocida como
neoplasia intraepitelial (NIE). Se trata de lesiones pre-malignas o de la presencia de un cáncer. Si en una prueba PAP se detectan cambios en las células, el siguiente paso es realizar una colposcopía y, si es necesario, una biopsia.
La colposcopía es un procedimiento en el cual se utiliza un microscopio, llamado colposcopio, para examinar la vagina y el cuello del útero de una manera amplificada. En caso de existir una zona sospechosa de alguna lesión, se extrae
una muestra para biopsia, la que es analizada por un hisopo cuello uterino de algodón.
En caso de encontrar una Infección por virus del papiloma humano, ¿hay tratamiento?
Actualmente no existe tratamiento médico para eliminar una infección del VPH. Las lesiones intraepiteliales escamosas y las verrugas que estos virus causan pueden ser tratadas.
Los métodos que se utilizan para tratar las lesiones intraepiteliales escamosas incluyen la cauterización en frío o crioterapia (enfriamiento que destruye el tejido), el láser (cirugía con una luz de alta intensidad), la escisión quirúrgica por medio del asa eléctrica (LEEP, por sus siglas en inglés), y la cirugía convencional con bisturí. Pueden usarse tratamientos similares para las verrugas genitales externas.
¿Qué ocurre si se detecta un cáncer invasor del vuello uterino?
Cuando se encuentra una mujer que es portadora de una lesión más avanzada del cuello uterino, es la biopsia la que confirma que se trata de un cáncer.
En este caso, el estudio y tratamiento está a cargo de un equipo multidisciplinario, en el que participan un ginecólogooncólogo, radioterapeuta y oncólogo.
El primer paso es realizar una etapificación de la paciente lo que significa evaluar el grado de diseminación o extensión que el tumor tiene hacia otras estructuras del organismo. Esto es hecho por el ginecólogo oncólogo mediante un examen físico completo y un examen pélvico riguroso.
¿Cuál es el tratamiento del cáncer de cuello uterino?
El tratamiento incluye los tres grandes grupos de manejo en oncología, que son la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia. La elección de uno u otro, en forma aislada o combinada, depende de las características de la paciente, del grado de avance de la enfermedad y de los recursos disponibles. Esto es decisión del equipo multidisciplinario agrupado en el Comité de Ginecología Oncológica.
El mensaje más importante para las mujeres, es que se realicen regularmente las pruebas de Papanicolau para ayudar a prevenir el cáncer del cuello uterino.
Vacuna contra el VPH
Existen 2 vacunas, una con 2 tipos y otra con 4 tipos de virus. Pueden ser administradas en mujeres y hombres de 9 a 26 años de edad, idealmente antes del inicio de su vida sexual.
A partir del año 2014 la vacuna contra el VPH se incluyó en el Plan Nacional de Inmunizaciones en Chile, por lo que es sin costo para niñas de 9 a 10 años.
La protección que ofrecen las vacunas aparentemente son de larga duración y evita las lesiones iniciales del cuello del útero. Esto, a futuro, favorece la disminución de la mortalidad por esta causa. Las vacunas protegen contra los tipos de VPH 16 y 18, considerados de alto riesgo, que causan un 70% de los cánceres de cuello uterino y de ano.
Dado que estas vacunas no entregan protección total contra todos los tipos de Virus Papiloma Humano que pueden causar cáncer de cuello del útero, es muy importante que las mujeres continúen haciéndose las pruebas de Papanicolau, incluso después de haber sido vacunadas.
Recuerde
El VPH es un virus que puede causar cáncer del cuello uterino.
Casi todas las mujeres que han tenido relaciones sexuales tendrán VPH en algún momento de sus vidas, pero pocas desarrollarán cáncer.
La mayoría de las infecciones con VPH desaparecen sin causar cambios en el cuello uterino. Esta infección no causa síntomas y no tiene tratamiento. Sin embargo, si hay cambios en las células causados por el virus, estos sí pueden ser tratados.
El VPH que no desaparece por muchos años puede causar cáncer del cuello uterino.
La mayoría de los cánceres del cuello uterino pueden prevenirse. Encontrar temprano cambios anormales en las células con una prueba de Papanicolau puede salvarle la vida. Pregúntele a su médico la frecuencia con que usted se debe hacer la prueba.
El cáncer del cuello uterino es poco común hoy día en las mujeres que se hacen las pruebas de Papanicolau.
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