2 de cada 3 estudiantes que han consumido alcohol lo probaron por primera vez antes de los 15 años. (SENDA 2015)

Efectos del alcohol en el organismo

Una pequeña parte del alcohol ingerido es destruido en el estómago por una enzima llamada alcohol deshidrogenasa gástrica, la mayor parte se absorbe en el intestino, llegando directamente al hígado donde es convertido, primero en acetaldehído y luego en acetato.

Gran parte del efecto tóxico del alcohol es producido por el acetaldehído, el cual se acumula cuando se sobrepasa la capacidad de trabajo del hígado, lo que produce importantes alteraciones en el metabolismo de lípidos y carbohidratos.

Esto conlleva a la aparición de enfermedades como hígado graso, hepatitis alcohólica y cirrosis, las que evolucionan en forma silenciosa y sus síntomas sólo aparecen en etapas avanzadas cuando son irreversibles y potencialmente mortales.

Las mujeres tienen una menor capacidad de degradar el alcohol, por lo cual son más susceptibles a su toxicidad.

La prevalencia del consumo de alcohol de último mes en los hombres es de 34,2% y las mujeres es de 37%. (SENDA 2015)

Daños por el consumo de alcohol a nivel cerebral en la adolescencia

El cerebro termina de madurar hacia finales de la adolescencia. Las neuronas del lóbulo frontal y corteza prefrontal van recubriéndose de mielina, una sustancia que ayuda a acelerar los impulsos nerviosos. Esta parte del cerebro es la responsable de funciones como la planificación, organización y control de impulsos.

El consumo de alcohol en la adolescencia puede tener efectos nocivos e irreversibles en la mielinización, interfiriendo con la manera en que las células nerviosas normalmente envían, reciben y procesan la información.

El cerebro posee un circuito de gratificación, el cual controla y regula nuestra capacidad de sentir placer. El alcohol y otras drogas de abuso sobreestimulan este circuito, produciendo cambios en el cerebro y esto puede llevar a la adicción. Una vez iniciado el consumo, los jóvenes pueden pasar rápidamente a la dependencia.

Proceso de maduración cerebral

Riesgos de la ingesta de alcohol excesiva

Dos de cada tres estudiantes han tenido a lo menos un episodio de embriaguez en los últimos 30 días. (SENDA 2015)

Los adolescentes que beben alcohol presentan un riesgo mayor de consumir otras drogas como el tabaco, marihuana y otras sustancias psicoactivas.

Son más propensos a tener comportamientos sexuales de alto riesgo, exponiéndose a un embarazo no deseado e infecciones de transmisión sexual.

El riesgo de sufrir un accidente aumenta por la pérdida de reflejos, la desinhibición, la sensación de control, la euforia y el déficit perceptivo ocasionado por el alcohol.

A mayor cantidad de alcohol ingerido, mayor agresividad y episodios de pérdida de conocimiento, llegando incluso a provocar la muerte por intoxicación.

Alcohol y bebidas energéticas:

La mezcla de alcohol y bebidas energéticas es riesgosa, quienes la consumen tienden a subestimar los efectos de la intoxicación con alcohol, sintiéndose menos embriagados de lo que realmente están. Esta percepción alterada puede llevar al consumo de mayores cantidades de alcohol y por un tiempo más prolongado.

El principal componente de las bebidas energéticas es la cafeína y su exceso puede provocar taquicardia, sensación de angustia, crisis de pánico e incluso arritmias.

¿Qué son los episodios de “blackouts”?

Se trata de amnesias o lagunas mentales que se producen por ingesta rápida de alcohol y se presentan de manera frecuente en adolescentes.

El afectado se involucra de manera activa en conductas tales como: peleas, relaciones sexuales, caminar, comer, entre otras con muy poco o nulo recuerdo de lo ocurrido. Para otras personas resulta imposible detectar que el joven está sufriendo uno de estos episodios y no es posible ayudarlo.

¿Cómo prevenir el consumo de alcohol?

Las habilidades parentales son un potente factor protector para muchos comportamientos de riesgo y problemas de salud mental, incluyendo el consumo de alcohol. El inicio del consumo suele estar asociado a la influencia de pares; un ambiente familiar positivo es protector.

El inicio del consumo suele estar asociado a la influencia de pares; un ambiente familiar positivo es protector.

Recomendaciones:

  • Mantener un diálogo continuo sobre las razones para evitar el alcohol.
  • Los padres son modelos de conducta para los hijos, es importante dar un buen ejemplo.
  • Crear reglas familiares sobre el consumo de alcohol y determinar las consecuencias.
  • Fomentar la vida sana, deporte, actividades recreativas, música, voluntariados, entre otros.
  • Estar alerta a los signos que advierten un problema de consumo de alcohol y buscar ayuda.
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