Muchas veces para la pareja se trata de episodios comunes y pasajeros, pero está demostrado que sí afectan a los niños.
No reconocer ni aceptar estos sentimientos como normales se asocia a trastornos del ánimo, dependencia a psicofármacos y abuso de sustancias.
Perder a un ser querido va contra la naturaleza afectiva, sin embargo, conversar con otros al respecto ayuda significativamente a afrontarlo.
Según los expertos, además de la ayuda médica, la espiritualidad cumple un rol fundamental a la hora de vivir momentos difíciles.
Estar tranquilo es bueno para la salud pues se relaciona con la liberación de hormonas que aumentan la inmunidad y disminuyen la enfermedad.
Es fundamental estar siempre presentes y disponibles para un hijo, especialmente durante los primeros meses de su vida.
Los cierres y términos de periodos son las situaciones que provocan mayor tensión. Aquí, algunos consejos para enfrentarlas mejor.
Se debe brindar especial atención a la detección y tratamiento de los adultos mayores vulnerables o en fragilidad física.
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